lunes, 30 de abril de 2012

Quinto premio!!!!

Voy publicando despacito, porque aunque tiempo es lo que me sobra, me falta la inspiración. He sujerido en varios de vuestros blogs algo de una hipoteca, pues ahora lo confirmo, estamos en trámites de conseguir un nidito de amor a nombre del banco durante los próximos X años y no hacen más que darnos largas, entre corredor inmobiliario, bancos, financieras etc los ánimos van cada vez más abajo por eso me alegro tanto cuando me llegan cosas como esta:


Mi quinto premio! El premio a la felicidad. Me lo dió Dácil (cómo me gusta este nombre) de Blog de una madre desesperada  hace ya tiempecito, pero con esto de que quiero no pensar, no me había puesto con él antes (Lo siento cielo).
¿Que decir de Dácil que no sepais ya? La conocí a través de otra bloggera antes de tener blog, cuando iba por los mundos con mi identidad secreta (O creíais que Merengaza era una tapadera, pues no señoras y señoritas, es mi nombre jijiiiiiji) y me enamoré de su hijo pequeño taaaaaan rico, taaaaaan bonito y con esos mofletes que me pierden, luego Danielillo con sus travesuras me conquistó, yo que soy de enamorarme fácilmente con esa media lengua y sus ojillos inteligentes que hacen que tanto su madre como sus "titas" nos derritamos.

Este premio es sencillito, sólo hay que contar siete cosas de una misma. A este paso no me van a quedar posts para seguir escribiendo. Allá voy.

1. Tengo una enfermedad muy grave: Sofalitis aguda. Es una enfermedad gravísima diagnosticada por Merenmadre y consiste en que el enfermo sólo desea pasar su vida en el sofá a ser posible sin ser molestado y con un libro en las manos. No hay cura. Es crónico. A Merenmadre no le quedan vestiduras que rasgarse lamentándose de la desgracia de su primogénita y heredera de todos sus bienes. 

2. Tengo paletillas de conejito. Eso, la mitad de los ojos y los dedos de las manos delgados, largos y torcidos son la herencia de Merenmadre. Son muy útiles para morder un bocata de chocolate y triturar los trocitos de avellana de los Ferrero Rocher que se meten entre las muelas. Chocolateeeeeee aghaghaghagh (baba cayendo).

3. La otra mitad de los ojos son de mi padre, como el resto de mi cuerpecito post adolescente. Mis ojos me cambian de color según el tiempo que haga, pueden ser verdes, grises, marrones o de los tres colores a la vez. Y sin lentillas de color. De las normales sí, que si no me pego la piña del 15.

4. Babeo cuando duermo. Es una capacidad misteriosa que se dá en las féminas y machoman del mismo apellido en mi familia (oseasé coñazohermanapequeña, Abuelito R y yo, Siiiii tenemos los mismos apellidos de mi abuelo, pura casualidad).

5. Con 25 años que tengo, sigo llorando y pataleando cuando Merenmadre me corta las uñas de los pies. Tengo unos hongos no contagiosos en las uñas de los dedos gordos de los pies, que hacen que a partir del nacimiento de la uña esté despegada de la carne. Traducción: uña gorda, rugosa y hueca por dentro, me cabía el piquito liso de una lima de uñas metálica. De tan gorda, dura y rugosa que era la uña de peque, Merenmadre tardaba horas en dejarla lo suficientemente fina como para poder cortarla, limando en una sola dirección (porque a mí me daba la sensación de que se iba a arrancar la uña) con una lima metálica y más tarde con limas de cartón. Como buena hermana de Mc Giver primero apañó un masageador a pilas y lo tuneó para hacerlo una limadora, luego compró el Ped Egg que regalaban un aparatillo para limar también a pilas y lo último ha sido uno de Lidl electrico.

6. Me pirra el chocolate. No así a mis caries, mis lorzas de mujer adulta y mis granitos de acné juvenil. ¡Que viva el amor, que es ciego!

7. Soy muy, muy, pero que muy dormilona. Me da mucho coraje que me despierten, tanto que me despierto de mal humor e insoportable. Si me despierto yo sola soy un cielo, aunque si no he dormido lo suficiente seguiré con mal humor durante todo el día.

¿Y ahora a quien castigo le paso el premio? Está dificil la cosa, creo que este premio lo tenéis ya si no todas casi todas, como no quiero darlo repetido, ni que otras se ofendan, se lo doy a las tres primeras que comenten en el blog, si ya lo tenéis y no queréis repetirlo, dadselo a la siguiente que comente. 
Gracias por leerme, sois geniales.

lunes, 23 de abril de 2012

De cuando me enteré que era adoptada.

Primero quiero recalcar que he sido una niña muy pero que muy feliz. Mis padres me han querido mucho siempre y no me ha faltado amor en la vida.

Después del episodio de Merengaza, la cerdita valiente se descubrió que yo era muy chiquitina. Y porculera.
Lloraba y lloraba durante todo el día sin ningún motivo aparente, porque a mí los biberones de leche condensada me encantaban, no así los potitos que me compraba Abuelita A. También los pañales normales me daban una mala sensación, por lo que Merenmadre harta de verme el culo como la bandera de Japón decidió que no le importaba lavar gasas y picos si con ello me callaba de una vez por todas.

Llegó el día feliz que dejé de llorar y pasé a dormir en una cama como una niña mayor, el problema fue que me daba miedo la oscuridad y para ahorrar luz Merenpadre tuvo la cojonuda feliz idea de ponerme una vela en el pasillo. Yo con mi vela era feliz y por ella ma-ta-ba.
Peeeeero como todo en esta vida no es un camino de rosas Merenmadre se dió cuenta de que yo andaba raro, metía las rodillas para adentro así que me llevó a un matasanos de los de niños que me puso un aparatejo en las piernas. Dos botitas ortopédicas pegadas a dos hierros y unidas por un tornillo, con lo cual era una sirena ambulante cuando gateaba: Plas (mano) Plas(otra mano) ruuuuuuuuuun (tirada del aparato con el culo hacia alante).
Conclusión: millonada en zapatos ortopédicos, pediatras de pago (por lo del chiquitismo) y aprendizaje a correr a partír de los 5 años (ese día gasté los ortopédicos, claro todo el día corriendo).

Todo el mundo sabe que las desgracias no vienen solas y claro, si la niña anda raro algo más tiene que tener.
Antes de tener un año yo tenía un ojo vago con 9 dioptrias miopes, con lo cual, también tenía gafas. Que duro es hacerse mayor.
Merengaza: mamaaaaaaaaa que las puertas tienen barrigaaa. (Respuesta de Merengaza a su madre después de comprar las gafas mas molonas de la optica y llevar un parche en el ojo-que-trabajaba)

Después llegó el gran día de hacerse el primer DNI (creo que este episodio fué por eso, Merenmadre, si no pediste esa información para el DNI, aclaralo que tus fans desean saber la verdad).
Un día llegó una carta para mí. Aclaro que los niños de unos 8-9 años no reciben cartas, así que si llega una es todo un acontecimiento. ¿He dicho ya que era una niña porculera?
Para una vez que me llegaba una carta yo quería leerla, quería saber que ponía y claro, no me iba a quedar sin saberlo porque Merenmadre me dijera que no era para mi PORQUE EN LA CARTA PONIA MI NOMBRE. Así que empecé pedir mi carta.
Merengaza: mamaaaa que la carta es mía, que tiene mi nombre.
Merenmadre: que nooooo que es para mí. ¿quien te va a escribir a tí? mientras tanto seguía abriendo las demás.
M: venga mamaaaaa.
Mm: Merengaza que te he dicho que no, que yo se lo que es la carta y ya está, no hace falta que lo sepas tú tambien.
M: ofuuuuuu que yo quiero ver mi cartaaaaaaaaaaaaaaa (ya a límites insospechados de pito-voz y porculismo, que si nó nos llevamos aqui todo el día, bendita paciencia la de Santa Merenmadre)
Mm: ¿qué quieres ver? ¿que eres adoptada? Ea, toma la carta.

Y me la dió... y yo abrí el sobre del hospital y ví un certificado de nacimiento. Pero era ya tal grado de ansiedad y nervios que realmente ví que era adoptada asi que ahora viene el dramón.
Merengaza: bbbbuuuaaaaaa soy adoptada buaaaaaa, ya no me quereis buaaaaaa.
(Dos horas más tarde)
Merengaza: mamaaaa, ¿tú me sigues queriendo aunque sea adoptada? 
Merenmadre: que siiii tonta, que yo te quiero mucho.
M: buuuaaaaaa que soy adoptadaaaaa.
Merenpadre: y a esta niña ¿que le pasa?
Mm: (guiándo un ojo) nada, que ya se ha enterado de que es adoptada....

Ese día marcó un antes y un después en el calendario de mi vida. Cada vez que Merenmadre quiere reírse de mí dice: claro, como tú eres adoptada..... jajajajaja.

Nota: para los que no os hayáis dado cuenta, en el post anterior hay una anónima bastante guasona que tiene mucho que contar, le he pedido que colabore con Merengaza y otros dulces, pero se resiste. Si queréis que Merenmadre participe en el blog, se aceptan clases particulares virtuales de cómo poner una encuesta para que ella misma vea los resultados.

viernes, 20 de abril de 2012

Bienvenida a mi vida.

Hay sitios en los que los niños los trae la cigueña. Otros piensan que vienen de París. En mi casa, hay dos versiones, una por cada niña nacida.

Obviamente las niñas somos mi hermana y yo. Ambas nacimos de manera muy diferente y para nada vinimos de París ni nos trajo la cigueña, el glamour del nacimiento le tocó a otras porque lo que es nosotras nacimos de maneras bastante originales, empecemos por mí que para eso soy la mayor.

Mi abuelo R trabajaba en una finca. Podríamos decir que era como el encargado, el hombre de confianza de la dueña U. Allí había guarros (finamente cerdos, cochinos etc) se daban castañas durante el otoño que mi padre, el manijero de la cuadrilla se encargaba de que la recogida fuera perfecta durante los días de la temporada.
Mi padre, un joven de 26 años llevaba ya casado con mi madre una chiquilla de 18 años unos 4 meses y ambos vivían en casa de mi abuela P, la madre de mi madre. Una tarde, mientras mi padre ayudaba a mi abuelo a dar de comer a los guarros vieron como estos dejaban la comida y se arremolinaban alrededor del montón de estiercol.

Merenpadre: papá, mira los guarros, parece que hoy no tienen ganas de comer.
AbuelitoR: que vá hombre, eso es que hay algo por ahí, vamos a echar un vistazo.

Y allá que fueron. Avanzaban como podían sobre el montón de estiercol echando a los guarros a los lados. (Hay que decir que los hermosotes ya eran grandecitos) Guarro pa lla, guarro pa ca y escucharon unos ruiditos muy flojitos pero que no tenían nada que ver con los berridos que lanzaban los "limpios". Haciendo los ascos aparte, AbuelitoR rebuscó entre el estiercol y tiró de una cosita deforme y pelona.

Merenpadre: anda, ¿y eso que és?
AbuelitoR: pues un piro (cerdito) ¿no lo ves? Anda, vamos a llevaselo a DueñaU para que lo lave y lo lleve con los demás.

Como ya habían terminado echaron a andar la cuesta abajo hasta que llegaron a la casa de DueñaU. La pobre, hizo de tripas corazón y llenó una tina con agua caliente para lavar al piro
Una vez que le hubo quitado la mierda de encima DueñaU se quedó de piedra, porque lo que parecían 4 patas de cerdito eran en realidad dos brazos y dos piernas chiquitines y dónde debía estar el morro había una cabeza pelona que hacía glu glu en el agua.

DueñaU: AbuelitoR, Merenpadre, que esto no es un piro, que es una niñaaaaa
Merenpadre: si hombre, una niña va a ser.
DueñaU: que siii, mira, sus manitas, sus deditos, su.... cabeza pelona...
Merenpadre: ¿y ahora que hacemos con ella?
AbuelitoR: pues hombre de Dios, ¿qué vas a hacer? es una niña, llévasela a Merenmadre que seguro que la quiere.

Y se presentaron en casa de AbuelaP que estaba haciendo buñuelos. Y Merenmadre se quedó de piedra cuando Merenpadre le puso un bulto envuelto en un trapo de cocina en los brazos. Y le quisieron poner de nombre Jennifer, pero como no era católico decidieron que Merengaza era también muy bonito. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Ah no... que todavía me queda contar cuando me enteré que era adoptada.... pero eso para otro post, que hoy hablamos de nacimientos no de adopciones.

jueves, 19 de abril de 2012

Cuarto premio.

Dácil de Blog de una madre desesperada me dió hace unas semanas mi cuarto premio, pero yo, perdida en mi burbuja inmobiliaria como que me olvidé de publicarlo. Lo siento, lo siento, lo siento....

El cuarto premio se llama Las cinco preguntas. Por un lado tenemos cinco preguntas que van mutando de blog en blog y por el otro tenemos a otr@s cinco bloger@s inocentes que tienen que contestar las cinco preguntas formuladas por el homenajeado, en este caso por mi muahahahahaha (risa maléfica, estoy en modo Ursula de la sirenita)

-¿Una tentación irresistible?
Uyuyuy... siempre he tenido debilidad por las orejas fresquitas... Tanto mi padre como mi abuelo (pobres) me dejaban, pero el Futuro no, pero yo lo hago inconscientemente y que conste que las cojo muuuuy suavecito jajaja.

-¿Un deseo concedido?
Bueno, no sé si conocéis la tradición de la noche de San Juan. Aparte de las hogueras (que por mi tierra no se hacen) hay otra que consiste en cascar la clara de un huevo en un vaso de tubo hasta la mitad de agua. Sujetándolo entre la dos manos en la madrugada del 23 al 24 de Junio a las 12h se pide un deseo y se deja el vaso donde le dé la luz de la luna y no se toca ni se mira hasta la mañana siguiente. Si a la mañana siguiente la clara del huevo ha echo como un barco el deseo se cumple. 
Hace unos años yo pedí que pudiera olvidar lo que me había pasado y ser feliz y al día siguiente conocí al futuro ¿Casualidad?

- ¿Un lugar maravilloso?
Hoy por hoy sería maravilloso cualquier lugar que estuviera a mi nombre. Oseasé un piso.

-¿La ilusión de tu vida?
Ainsss creo que ya lo he dicho en otro premio, tener un sitio para mis libros... mis libros y yo en comunión con nosotros mismos jajajaja.

-¿El refugio en las horas malas?
Depende. Si estoy en casa de mi madre suele ser con la rima 73 de Becquer, en mi cama y abrazada a Rodolfo. Si estoy en mi casa, pues con el libro de turno o el negrito. Siempre con un libro jejeje.

Ahora mis preguntas:
-¿Una palabra que te defina?
-¿Un imprescindible en tu bolso?
-¿Tu perfume favorito?
-¿Qué preferirías, que te raparan la cabeza o comerte un gusano?
-¿Porqué?
JIjiji que mala soy, ahora las nominadas.

Maribel, de B aprende en casa.
Plagiando a mi alter ego.
Eva de opiniones incorrectas.
Fati, de mi mundo de cristal.
Vero, de el camino para ser mamá.

miércoles, 18 de abril de 2012

El mundo 5 años después

Hoy es un día diferente. Según por donde se mire puede ser un día triste o alegre, puede que hace x años le haya pasado algo a alguien que le haya echo muy feliz o puede que no. Para mí el 18 de Abril es un día de liberación, una liberación muy triste, pero que me hace recordar un mal momento y me alegro de que sea una fecha en mi calendario.

Alzheimer. La primera vez que escuché esa palabra fué en un capitulo de la serie Urgencias y realmente no llegué a comprender lo que era. Una vez olvidada volví a vivir en mi burbujita sumida en la ignorancia de los problemas terrenales que mis padres se han encargado de construirnos durante nuestra infancia. Voy a ignorar la segunda vez que la oí por respeto a las personas implicadas con ella.

La tercera vez me tocó a mí. Después de 12 años viendola como alguien que no me quería de la forma que yo necesitaba, me dí cuenta de que lo que me estaba diciendo no era lo que debería decirme: he visto a tu primo R por la calle y no me ha saludado. Nadie me creyó.
 Eso es que se ha confundido, tienes muchos primos- fue la respuesta de Merenmadre.
Tuvo que verlo con sus propios ojos, y oírlo con sus oídos. Ver que lo que estaba diciendo no era cierto y no podía serlo y oír que se escapaba por las noches a buscar a su madre muerta desde hacía muchos años.


Meses después y con un proyecto de diagnóstico se llegó a la conclusión de que lo mejor es que estuviera con sus otros hijos y así fué como entró como una bomba de relojería en mi vida. 
Al principio todo parecía normal, se levantaba, comía, dormía, ayudaba en casa, salía de paseo, daba la lata... como siempre había sido. Los cambios se hicieron presentes cuando empezó a pedir besos, a darlos sin motivo, a ser cariñosa, a ser... lo que debería haber sido siempre... y siguió cambiando.
Olvidó los malos momentos, olvidó que tenía que ir al baño y que los pañales no eran bragas sexys que compartía con  Merenmadre y mi tía MC, que en casa había dos niñas y la que veía no era la que quería ver, dejó de mover una mano ¿porqué? por los diversos minitrombos que tenía durante el més, empezó a arrancarse el pelo y morder las sábanas, dejó de andar, de hablar, a veces incluso dejó de comer... pero nunca dejó de dar besos y abrazos con su mano buena ni olvidó que ella nunca había fumado:
Merenpadre: P quiere usted una aceituna?
P: si.
Mp: ¿quiere usted un trozo de pan?
P: sí.
Mp: ¿quiere usted un cigarro?
P: NO!!!


Cuando dejó de hablar sus ojos azules reflejaban lo que sentía. Amor, dolor, miedo... Si, pasó mucho miedo pero el ultimo més que hubiera debido de pasarlo yo me encargué de que no fuera así: Anda, trae que yo le doy de comer, que conmigo come muy bien ¿a que sí ojitos azules? sabía que con esa pregunta me ganaría una sonrisa preciosa, un beso amoroso y si era rápida podía convertir en el abrazo pretendido la torta que me iba a llevar debido a no poder controlar su fuerza.
Dolor... porque en sus últimos meses todos los esfuerzos fueron inútiles para curar sus heridas provocadas por estar 24 horas postrada en una cama, a pesar de los esfuerzos de Merenmadre y los demás en cambiarla de postura.
Amor... porque incluso a miles de km de distancia y casi sin apenas hablar preguntaba por "la niña". 
P: ¿dónde está la niña?
Merenmadre: está en el colegio
P: ¿dónde está la niña?
Mm: abajo H... sube. Mira está aqui.
P: no, esa no, la niña ¿dónde está?
Mm: aaahhh la niña... ¿Merengaza? H, trae la foto de tu hermana.
P: la niña...  ¡ésa! la de la foto...
Y porque cuando la niña le cantaba (muy mal por cierto) canciones para que se comiera la pera de las 11.30 siempre, siempre se reía y me daba besos.
Porque es mi blog y nunca he echo algo así, porque te echo de menos, porque te lo mereces y porque te quiero.
Hoy es 18 de Abril y hace 5 años que murió P, mi abuela.

lunes, 16 de abril de 2012

Mi niña de ojos azules

Es curioso que nunca se me ocurra qué escribir pero luego cuando comento un blog parezca que he escrito una entrada allí. Mis dedos vuelan sobe el teclado (ser matrícula de honor en mecanografía con 419 pulsaciones por minuto no es moco de pavo) y no me llega la voluntad para pararlos sin que ellos, ofendidos se revuelvan contra mí y ataquen una de las numerosas espinillas que pululan cada mes por mi juvenil carita.

Después de rumiar un desengaño por parte de mi querida hermana durante varios días, (si me lees, no te he perdonado aún, esto me duele mucho) harta de pensar qué he echo mal, dónde me equivoqué, que ha sido de mi princesita de ojos azules, pestañas oscuras y cejas rubias, he recordado los días que pasé peinándola y contándole cuentos.


Mi pequeña nació pelona, como su hermana. Cuando fui a conocerla a las 6 de la tarde, con una tarrina de dos litros de helado de fresa en la mochila para mi madre todavía no sabía como se llamaba. Fue lo primero que le pregunté a mi madre ¿cómo se llama? porque estábamos entre dos nombres: D y H. Se llama H y eso es algo que ella se encarga de repetirle a todo el mundo: yo soy .... pero con H.
Y ahí estaba. una carita redonda, con los ojos cerrados y la boca abierta, arrugada, pelona y..... sin cejas. Si, mi hermana nació sin cejas para grán desolación de mi abuela P que fue lo primero que me preguntó, pero taaaan bonita, tan chiquitita, cuando pude cogerla (su madrina que era una manazas y no me dejaba jeje) aquello parecía un blandiblu... parecía que se caía y me miró con esos ojos azules que me robaron el corazón. Yo tenía 12 años, y ella 4 horas.


Esos días de recuperación del parto los pasé en casa de mi tia MC (su madrina) con mis primos. Mi prima A y yo estábamos maravilladas con el prodigio de hermana que me había tocado, y es que después de tanto primo pequeño al que cuidar, por fín nos venía un bebé al que enseñar, estrujar y darle besos, que eso sí que se dejaba y lo mejor es que era mío. Con mi tía yo fui a escoger el moisés que le regaló a mi hermana. Mi madre me dejaba que le escogiera la ropa, le pusiera el chupete, podía jugar con ella, ver como la bañaban... si hasta se podía acostar conmigo!!! Era mejor que una muñeca, porque algún día empezaría a hablar y yo sería tu tata, que es como me llama todavía.


A los 7 meses la pelamos por primera vez. Con las tijeras de coser le cortamos el único mechón de pelo que le sobresalía de la cabeza y lo pegamos a un pos it para guardarlo. Luego el pelo empezó a crecerle y mi madre se lo cortaba, le ponía cintillos de todos los colores "para que no se le desabrochen las orejas"  le compraba lacitos con velcro que era imposible ponérselos porque "mamaaaa que no tiene pelo, ¿dónde se lo vas a poner?" hasta que hacia el año y medio mi chiquitina empezó a tener pelo. Le salieron 4 caracoles en la parte de atrás y en lo alto de la cabeza se le podían hacer dos palmeritas con gomillas chiquitinas. Luego los caracoles como se sentían tan a gusto se multiplicaron, de 4 fueron 12, luego 20 y entonces empezó a enroscarse cual serpiente, ya era imposible peinarla con el peine de Chupetín, ahora necesitaba artillería pesada: lo mejor era peinarla con el pelo mojado.

Da igual que sea Diciembre y estemos a 1 grado, ahí hay que mojarle el pelo. Me olvidé de los cepillos de plata que quedan monísimos en el tocador y armada con un tenedor de trinchar el pavo y dosis extra de paciencia, porque la tía protestaba cosa mala, creé a Rosa.
Rosa era una niña a la que no le gustaba peinarse y su madre le decía que si no se peinaba le invadirían el pelo una familia de duendes, cada duende era un enredo. Un día la madre de Rosa vio que la cabeza de su hija tenía muchos enredos de muchos colores y le dijo a Rosa que los duendes se habían instalado en su cabeza. Rosa lloraba y lloraba, porque cada duende le hacía mucho daño y su madre estaba desesperada y sin saber que hacer para que no le doliera tanto. Un día la madre de Rosa encontró un peine mágico que adormecía a los duendes y se caían del pelo sin hacer ruido y esa fue la salvación de Rosa, mechoncito a mechoncito su madre le cepillaba el pelo todos los días con el cepillo mágico (en el cuento era un peine mágico, pero en la realidad el peine mágico de Rosa era un cepillo que venía de regalo con el champú y era buenísimo) para que los duendes no volvieran y así cuando Rosa entendió que tenía que peinarse todos los días su madre decidió regalar el peine para que otras niñas con duendes en el pelo pudieran quitárselos y por eso en ese momento lo teníamos nosotras.

Así toooodos los días dos veces (porque la niña dormía siesta) durante varios años, cada día contándole el mismo cuento y no cambies nada... "Tata, eso no era así" (amosnomejodas).
Ya han pasado muchos años de eso, mi chiquitina que ha tenido varios motes de los cuales solo perdura uno  porque a mi madre le gustó (y es que no tenía armas para rebatirme ese jijiji) ya es toda una mujercita

martes, 3 de abril de 2012

Abril.

Abril es tu mes y yo te lo celebro cada día. 

Porque el domingo fué gelatina, ayer fué un ristto y hoy un bizcocho.
Porque me encargo de recordarte que todo terminó y dentro de pocos días habrán pasado dos años desde tu fecha límite.
Porque me has despertado abrazandome en cada una de mis pesadillas.
Porque no te importa si confundes tu barba de una semana con la de un més gracias a mis pelos.
Porque pasas el día cogiendo el telefono a horas intempestivas, aguantando que medio barrio te cuente sus penas a cambio de un pen drive y recogiendo las pelusas del otro medio para que yo pueda vaguear estar en casa.
Porque ahora me miras babeando comiendote un bocadillo de mortadela para no cortar el bizcocho y comértelo a la hora de cenar.
Porque me aguantas cuando ni yo misma lo hago.
Porque te comes la parte seca de la caracola dejándome a mí el chocolate sabiendo que me pierde.
Porque te cueces en agua hirviendo para que yo no pase frío y te quedas en el otro extremo de la bañera para que a mí me dé todo el chorrito.
Porque de 140cm que mide nuestra cama, te resignas a darme todo un metro para que yo pueda dormir bocaabajo y con los brazos abiertos.
Porque aunque estás cansado o te duela todo el cuerpo eres capaz de hacerme cosquillitas en la espalda.
Por todo esto y mucho más, Abril es tu més y yo voy a hacerlo cada día más especial para ti.
Porque te quiero.
Porque estás a mi lado.
Por ser tú, mi Futuro.